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lunes, 8 de julio de 2013

NARRACIONES DE PARISCA...

II PARTE

ESTACAMIENTO


Salimos muy poco del campamento. La linea es no hacer pública la concentración. Solo sale al caserío Pedro con los guerrilleros de la zona. Carache sale algunas noches de visita a las familias más allegadas. En Cerro Blanco, el caserío más cercano, vive Marcelo Vázquez, un dirigente del Partido que hace trabajo político entre las familias de la zona. Vive con una campesina con quién tuvo un hijo.
Muy cerca de Marcelo viven Rafael Camacho y su mujer Lucila Villegas “Chela”. Su hija de 16 años, Cristina, es muy amiga nuestra. Su novio Alí Almeida pronto se hace guerrillero. Las Camacho son cinco hermanas todas muy bellas. Pronto me doy cuenta de la conmoción que causan entre nuestros compañeros.
Las familias de Cerro Blanco, forman la base de apoyo local y se reúnen con Marcelo en lo que después será un Comité del FLN. Los Rivero, Rosa y Dionisio “Micho”, hermano de Rafael Miracuy, quien se incorpora pronto con el seudónimo “Pacífico”. Los Liscano. Los Villegas, Luis y sus hijos. Todos nos ayudan a meter la comida a través de las bodegas del caserío. Latas de sardina. De avena. Harina. Caraotas.
Llueve mucho, y hace bastante frío. Ello no me ayuda a restablecerme de salud completamente. Toso mucho, especialmente de noche.
En el campamento se lleva a cabo a una fuerte discusión política. El Comando, formado por Carache, Horacio y Máximo, se reúne en privado. Máximo informa que ha sido designado por el Partido Comunista Comandante del Frente. Carache no lo acepta.
Máximo me llama aparte y me pone al tanto de la discusión. Busca mi apoyo. Le digo que hice un compromiso con Carache y que creo que es el Comandante lógico del Frente. Se disgusta mucho. Lo comento con mis compañeros. Especialmente con los caraqueños, quienes rechazan la idea de cambiar al Comandante. Calandro expresa incluso que está dispuesto a resolver la discusión por las armas. Típica bravuconería citadina, pero que refleja lo duro de la situación.
Máximo ha presentado su caso con mucha torpeza. No se da cuenta de que solamente con el aval del Partido no puede desplazar a Carache del liderazgo que se ha ganado a título propio, con su trabajo político y su personalidad. Además no lo ayuda nada el incidente que tuvo días atrás, a su llegada, cuando tontamente se dejó robar el dinero.
El Comando convoca una asamblea de combatientes. Máximo explica la situación. Hace una exposición muy limitada, se presenta como representante de Teodoro Petkoff, a quién reemplazará en el mando mientras éste se incorpora a la guerrilla. Su planteamiento es puramente burocrático. No es un hombre de ideas complicadas, ni tiene una concepción política sobre la situación ni sobre la guerra.
Carache interviene y narra como viene trabajando por la lucha armada en el Partido y en toda la región desde hace mucho tiempo. Él ha sido el impulsor de todo un esfuerzo por la creación del Frente desde la caída de Pérez Jiménez, y de antes, desde que se inició como militante del Partido en El Tocuyo. Dice que si el cambio en la Comandancia del Frente es una decisión del Partido, la acepta pero que se separará. No está dispuesto a ponerse bajo el mando de Máximo. Horacio explica que está con Carache, quién es el jefe natural del Frente. Lamenta las discrepancias, las cuales no son solo de aquí. Las mismas se originan en Caracas, en la Dirección.
Se decide votar. La decisión por Carache es unánime. Máximo dice que la acepta pero que tiene que regresar a Caracas a reunirse con la Dirección Nacional. Sale al día siguiente. Sabemos que no regresará. Horacio se va con él. Dice que necesita ir a reforzar la posición de Carache ante la Dirección y que volverá en un tiempo corto. Tampoco regresa.Yo sigo con mi tos.
Después de la salida de Máximo, Carache continúa dando pasos para crear la semilla de la organización militar. Expone que por el momento somos un destacamento con tres escuadras. Él, con grado de Comandante, es el jefe del destacamento. Se formarán nuevas escuadras a medida que crezca el Frente. Los jefes de las escuadras tendrán el grado de Teniente.
Expone que en la etapa presente lo principal es conocer el terreno y ganarse la confianza de la población y que la orientación geográfica del desarrollo es extenderse hacia el oeste. Vamos a marchar en esa dirección creando campamentos en la montaña y saliendo a los caseríos vecinos a captar la confianza de los campesinos.
Organiza las tres escuadras, una operará en la zona donde estamos. La llamamos “Tigres de Miracuy”. El jefe, con grado de Teniente, es Pedro. Con él se quedan Luzbel, Villapol y Marcial. Yo seré el jefe de la escuadra de la región vecina hacia el oeste, con centro en el caserío Santo Domingo, llamada Roque Lucena, en honor a un dirigente campesino asesinado por la Digepol. Voy a ser además jefe de Logística del Frente. Me da el grado de Capitán. Mi segundo al mando será Elías, Teniente. También estarán José Luis y Castaño, quién se irá con nosotros como baquiano.
La tercera escuadra, bajo el mando del Comandante González, se llamará Rufino Mendoza, operará más al oeste, en la zona de Marilonza de Lara, una montaña muy alta situada entre los ríos Morador y Portuguesa, al sur de Villanueva. “Tigres de Marilonza” bautizamos a este grupo a los pocos días.
El segundo de González será Espartaco, también como Teniente. Con ellos estarán Calandro, Alarcón y un estudiante de medicina de la Central, llegado en los últimos días, Omar Jiménez Carrillo “Velazco”, “el médico”.
Antes de salir llegan otros dos nuevos: Pavel y Tamakún. Son del MIR, vienen de la PTJ, de donde salen para venirse a las guerrillas. Pavel es asignado a la escuadra Rufino Mendoza “Tigres de Marilonza” y Tamakún a los “Tigres de Miracuy”. Carache forma además una escuadra como escolta de la Comandancia, con Rafael, el mejor baquiano del frente quien goza de toda su confianza y El Paisa, igualmente con grado de Teniente.
El destacamento completo se pondrá en marcha hacia el oeste al siguiente día. Yo me quedo atrás, en reposo hasta que mejore mi tos.
Al día siguiente salen. Me quedo solo. Dos veces al día sube alguien del caserío y me trae arepas, sardinas o caraotas que como con gusto, aunque la receta local es la caraota cocida con un punto de sal como único condimento. Algunas veces trae noticias. Siempre informa que la Digepol se mueve en la zona preguntando por nosotros.

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