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martes, 22 de enero de 2013


23 de enero de 1958
El 23 de enero de 1958, un movimiento cívico-militar derrocó al gobierno de Marcos Pérez Jiménez, quien abandonaría el país con rumbo a República Dominicana a bordo del avión presidencial la «Vaca Sagrada». El antecedente más cercano de dicho acontecimiento se produjo el primero de enero del mismo año, cuando aviones de guerra surcaron los cielos despertando a toda Caracas. El asombro fue mayúsculo, incluso para los propios partidarios del gobierno, ya que hacía exactamente un mes, se había efectuado un plebiscito para prolongar el mandato de Pérez Jiménez, darle cierta solidez a su régimen y legitimidad ante las Fuerzas Armadas. Sin embargo, a pesar de que el alzamiento fue develado, a medida que se fueron revelando los nombres de los implicados se pudo apreciar cuán extendido y profundo era el malestar entre los oficiales de las tres fuerzas. Por tal motivo, aunque el golpe fracasó no fortaleció al gobierno, sino que aceleró el proceso de deterioro que terminaría 23 días más tarde con su caída. Esto último fue producto de una acumulación de oposiciones que, al final convirtieron el derrocamiento de la dictadura en una causa nacional.
Tanques en Caracas
Tanques en Caracas - Foto El Universal
Profundizando un poco en las causas que derivaron en la caída de Pérez Jiménez, hay que señalar fundamentalmente 2 aspectos. En primer lugar, la crisis militar, originada a partir de los mencionados sucesos del 1 de enero de 1958, los cuales trastocaron el poder absoluto que hasta entonces tenía el primer mandatario en el seno de las Fuerzas Armadas. En tal sentido, el alzamiento de los oficiales de la Fuerza Aérea en la Base de Boca de Río, cercana a la ciudad de Maracay y del cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta de Caracas al mando del teniente coronel Hugo Trejo, produjo o evidenció una crisis de liderazgo en la institución castrense. En segundo lugar, la crisis política en el propio seno del gobierno producto de la descomposición y fraccionamiento del mismo a raíz del plebiscito de diciembre de 1957 y que originó 2 cambios de gabinete sucesivos, los días 10 y 13 de enero de 1958 respectivamente y la salida hacia el exterior de los personeros más cercanos a Pérez Jiménez vetados por las Fuerzas Armadas, Laureano Vallenilla Lanz, ministro hasta entonces del Interior, y Pedro Estrada, jefe de la policía política del régimen, la Seguridad Nacional.
A partir de los sucesos del 1 de enero y ante la manifiesta crisis política y militar del régimen perejimenista, comenzaron a publicarse diversos manifiestos en contra del gobierno tambaleante, firmados por hombres y mujeres representativos de diferentes campos de la actividad económica, profesional y cultural, así como pronunciamientos públicos de instituciones nacionales como el Colegio de Ingenieros, la Asociación Venezolana de Periodistas, federaciones obreras y sectores empresariales que hasta ese momento no habían manifestado abiertamente su repudio a la dictadura. Todas las acciones de calle en contra del régimen, tendrán su momento cumbre en la huelga general del 21 de enero, movilizada por la Junta Patriótica (unión de los diversos partidos políticos), junto a los estudiantes, empresarios y las masas populares, la cual tomó un carácter unitario que prestó el apoyo necesario a los oficiales alzados.
En la madrugada del 23 de enero, pese a contar con el apoyo de un importante sector de las Fuerzas Armadas, Pérez Jiménez decide abandonar el Palacio de Miraflores y trasladarse al aeropuerto de La Carlota (situado en plena ciudad de Caracas), para tomar el avión que lo conduciría a la República Dominicana. Al conocerse la noticia del derrocamiento, el pueblo se lanzó a la calle, saqueando las casas de los adeptos al régimen; atacando la sede de la Seguridad Nacional y linchando a algunos funcionarios.
Celebración frente a la Seguridad Nacional
Celebración frente a la Seguridad Nacional
Foto El Universal
Asimismo, destruyeron la sede y los equipos del periódico oficialista El Heraldo. Por otra parte, en pocas horas el Palacio de Miraflores se convirtió en el sitio de reunión de los sublevados y de innumerables dirigentes políticos y personalidades, quienes procedieron a nombrar una Junta de Gobierno Provisional que reemplazara al régimen derrocado. La Junta la constituyeron el contralmirante Wolfang Larrazabal como presidente y los coroneles Carlos Luis Araque, Pedro José Quevedo, Roberto Casanova y Abel Romero Villate. Al amanecer del día 23, los venezolanos celebran la caída de Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.
Con el objeto de facilitar el trabajo de la Junta de Gobierno y restablecer la democracia en Venezuela, se designó también un gabinete provisional compuesto por juristas, empresarios y ejecutivos, reservándose a un militar, el coronel Jesús María Castro León, el ministerio de la Defensa. Posteriormente, la Junta de Gobierno convoca a elecciones para diciembre de ese mismo año; se liberan a los presos políticos en todo el país, se amplía la Junta Patriótica con representantes de sectores independientes, ratificándose en la presidencia de la misma al periodista Fabricio Ojeda; se abre el proceso de castigo a los personeros del gobierno perejimenista y regresan los exiliados. En esos días se iniciaba de manera definitiva, una nueva etapa en la historia de la Venezuela contemporánea.
Fabricio Ojeda y Monseñor Rafael Arias Blanco
Fabricio Ojeda y Monseñor Rafael Arias Blanco
Foto El Universal

domingo, 20 de enero de 2013


Aseguró Fernando Soto Rojas

Represión de la dictadura de Pérez Jiménez se quedó en pañales al lado del Puntofijismo

Fernando Soto Rojas acusa a la dirigencia que asumió el poder en 1958 de traicionar la voluntad del pueblo (foto:archivo)
Alguien que, como el diputado Fernando Soto Rojas luchó contra Marcos Pérez Jiménez y luego contra el régimen del Puntofijismo, no se llama a engaños. El parlamentario afirma, sin dudarlo ni un minuto, que la represión perezjimenista se quedó en pañales al lado de la impuesta por los gobiernos de Acción Democrática y Copei, y acusa a la dirigencia que asumió el poder en 1958 de traicionar la voluntad del pueblo.
Por ello, evalúa como un exabrupto que factores del antichavismo pretendan convertir esta fecha en un motivo de protesta contra la Revolución Bolivariana el próximo miércoles.
“Si hacemos el balance del siglo XX, las dictaduras de Juan Vicente Gómez y de Pérez Jiménez son unas adolescentes al contrastarlas con lo que hicieron los líderes de Punto Fijo contra el pueblo”, aseveró el expresidente de la Asamblea Nacional, en conversación con el Correo del Orinoco.
Incluso un personaje siniestro como Pedro Estrada, responsable de la Seguridad Nacional, no tiene punto de comparación con los crímenes cometidos por el Estado entre 1958 y 1998. “Pérez Jiménez al menos se responsabilizaba por sus detenidos. El Puntofijismo no”. Prueba de ello es lo que ocurrió con el hermano del propio Fernando, Víctor Soto Rojas, a quien se presume que lo lanzaron vivo desde un avión en 1964.
-¿Por qué fue tan feroz la represión del Puntofijismo?
Porque el movimiento popular tenía una dimensión mucho mayor que en el pasado, la gente levantaba las banderas de la Revolución Nacional. Siguiendo instrucciones de Estados Unidos se impuso en Venezuela y en América Latina la línea de la liquidación de las y los dirigentes populares.
-¿Por qué se prestaron para eso?
-Porque no había cómo contener esa fuerza. Si dejaran el juego libre, democrático, triunfaban las revoluciones. En Venezuela se habla de más de 2 mil desaparecidos. Y en América del Sur de al menos 50 mil.
-¿Calificaría al Puntofijismo como un régimen?
-Como un régimen autoritario y delictual, que no ha saldado cuentas con el pasado. Durante el Puntofijismo hubo consultas electorales, pero en el contexto de la política del “acta mata votos”.
Para el dirigente bolivariano es muy importante desmontar la idea de que en el país hubo un sistema democrático entre 1958 y 1998. “Esos partidos nunca jamás representaron legítimamente a nuestro pueblo”, alegó.
GOLPES PREVENTIVOS
Hace 55 años “se dio el 23 de enero de 1958 en un contexto en que los gobiernos autoritarios militaristas estaban esencialmente agotados, como el de Pérez Jiménez. Los pueblos estaban despertando, luchando por la democracia”, rememora. Además, algunas de sus medidas “chocaron contra la política del Departamento de Estado”, y tal como lo puntualiza Soto Rojas, la realidad es que “todos los golpes de Estado que se han dado en Venezuela y en América Latina han sido ‘golpes preventivos’ para evitar estallidos revolucionarios y agudizar la lucha de clases. Esta es una constante en América Latina, solo que con la Revolución Bolivariana falló esa línea, porque ellos no toman en cuenta el sentir de los pueblos”.
En el caso venezolano, hace más de cinco décadas, “hubo algunos elementos que agudizaron la situación: el descontento popular, vinculado con la deuda histórica que nos legó el rentismo. Había síntomas de endeudamiento del Estado, déficit fiscal, problemas de caja. A esto se sumaron la carta pastoral de monseñor Arias, la huelga universitaria del 21 de noviembre y la rebelión militar del coronel Hugo Trejo del 1 de enero de 1958. Esos factores se conjugaron en la huelga general del 23 de enero de 1958, y se derrumbó la junta militar”.
Se acumuló fuerza militar y fuerza popular, analiza el diputado, “pero eso no se conjugó en un mando único. Mientras tanto, la burguesía -siempre cipaya con el imperialismo yanqui- venía preparándose desde el pacto de Nueva York, en 1957, suscrito entre Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, con la presencia del Departamento de Estado de Estados Unidos. Ese acuerdo se concretó con el Pacto de Punto Fijo”.
Una vez derrocada la dictadura “la burguesía se dedicó a apaciguar al pueblo, e impuso la tregua obrero-patronal y el mecanismo burgués de la democracia representativa. En un año los adecos se organizaron con 600 mil personas, controlaron el movimiento de masas y ganaron las elecciones en diciembre de 1958”. En ese momento “los sectores radicales vimos la inviabilidad política del Pacto de Punto Fijo y nos precipitamos en la lucha armada”.
UN RÉGIMEN DELICTUAL
La oposición quiere, en el presente, hacer un paralelismo entre el 23 de enero de 1958 y el de 2013.
-La democracia es el poder del pueblo. En la Cuarta República nunca hubo un régimen democrático. El Puntofijismo fue un régimen delictual, caracterizado por la entrega de la soberanía del país, la corrupción administrativa suficientemente demostrada y los desaparecidos, muertos y masacres. No hay punto de comparación con el presente. Si hay comparación es en el hilo histórico popular, en que es posible lograr la unidad vinculada con un programa de lucha.
Hoy, agrega, “podemos decir que, con la Revolución Bolivariana y el liderazgo de Chávez tenemos un programa: la Constitución Bolivariana, que nos ofrece una sociedad justa y amante de la paz. Tenemos el programa de la patria, con sus 5 objetivos históricos, sus 23 objetivos nacionales, sus 100 objetivos estratégicos y 323 objetivos de carácter nacional”.
-Si no hay elementos en común, ¿por qué la oposición quiere establecer la comparación?
-La oposición no ha saldado cuentas con la historia. No hay balance de los años de Acción Democrática
y Copei, y mucho menos de Primero Justicia, y no han saldado cuentas de su participación en la larga coyuntura.
Pero no solo es que no saldan cuentas, acusa Soto Rojas, sino que su proyecto “sigue siendo de factura estadounidense, y está sujeto a los vaivenes de esa política. No tiene un proyecto estratégico, nacional, alternativo al proyecto bolivariano. Además, el proyecto que se desarrolla en Europa ya el pueblo lo derrotó”.
-¿La oposición tiene algo que reivindicar del 23 de Enero?
-A la Junta Patriótica y a Fabricio Ojeda, pero ellos asesinaron a Fabricio Ojeda. Ellos fueron perseguidores de ese proyecto. En cambio, hoy con la Revolución Bolivariana perseguidores y perseguidos podemos convivir, con el liderazgo de Chávez.
-¿A qué se refiere con saldar deudas?
-Está planteado avanzar en la unificación programática del pueblo venezolano. Eso incluye al pueblo que vota por la Revolución y al pueblo que se opone. Eso pasa por tener una oposición seria, que no existe, y que debería tener dos elemento centrales: respetar la Constitución y el programa de la patria y una relación democrática al margen de guarimbas, golpes de Estado e iniciativas guardadas bajo la manga. Eso requiere un tiempo.
Pero, tal como lo advierte el diputado bolivariano, “lamentablemente los sectores fascistas minoritarios siguen tratando de tomar la iniciativa en el seno de la oposición, como es el caso de Primero Justicia, Voluntad Popular y los personajes que representan a esas organizaciones”.
Hace 55 años la Junta Patriótica llamó a la unidad nacional, resaltó Soto Rojas. “Hoy debemos volver a llamar a la unidad nacional de nuestro pueblo, porque nos estamos enfrentando a un Estado invasor (Estados Unidos) en el siglo XIX, en el siglo XX y en el siglo XXI, y que desarrolla una política de desestabilización contra Venezuela y el liderazgo de Chávez. En realidad es el complejo industrial-militar el que manda”.
PROYECTOS OPUESTOS
Para ese 23 de enero de 1858 había dos proyectos opuestos: el del Pacto de Punto Fijo, “que era la ratificación del régimen representativo burgués; y el de la Junta patriótica, que no llegó a sistematizarse con la historia del pasado, porque nos olvidamos de Bolívar y del proyecto bolivariano”.
-¿Eran irreconciliables los dos proyectos?
-La burguesía nos barajó el dominó, y nos puso la Junta de Gobierno con Wolfgang Larrazábal, Eugenio Mendoza y Blas Lamberti, que reordenaron el país a su manera.
El Pacto de Punto Fijo, que se desarrolló entre 1958 y 1998, no era conocido por el pueblo. “Se hizo entre gallos y medianoche, lo aprobó una minoría. El Puntofijismo nunca discutió con el pueblo su proyecto de Estado y de sociedad. Jamás”.
Tal como lo refiere Soto Rojas, el plan de la Junta Patriótica “llegó hasta el derrocamiento de Pérez Jiménez, y se perdió la iniciativa política”. La realidad, admite, es que “cometimos el error de ampliar la Junta Patriótica con sectores de la burguesía. Se desdibujó y la desprestigiaron, y a los irreductibles los asesinaron”.
-¿Pudo haber sido de otra manera?
-No podemos actuar sobre suposiciones. Hay que analizar las realidades históricas concretas, y la realidad fue esa. Nos habíamos olvidado de nuestra historia porque todavía, esencialmente en la
izquierda, privaba la concepción eurocentrista, sin analizar nuestro propio pasado.
Soto Rojas rememora que la presión popular, en ese 1958, obligó a modificar la primera Junta de Gobierno.
-¿Por qué aceptaron a empresarios?
-Por no tener comprensión real, por ausencia de una estrategia de poder. Pero uno revisa los personajes que estuvieron en esos acontecimientos, y la realidad es que los que sobrevivieron vacilaron después en el proceso bolivariano.
UNA QUIJOTADA
Fernando Soto Rojas recuerda los días previos al 23 de enero de 1958 como jornadas de intensa organización. “Dos días antes hicimos una reunión con Moisés Moleiro. Le pregunté si algo cambiaría sobre lo planificado para la fecha, y me respondió ‘la suerte está echada y la huelga va’. Le pedí que me explicara cuál sería la retirada en caso de fracaso, pero no había retirada. No había ningún plan de retirada. Fue una quijotada”.
El propio 23 de enero “nos mandaron para el este de Caracas. Fuimos agitando a estudiantes para parar esa zona, pero todo fue espontáneo. Y cuando sonaron las campanas de las iglesias fue grande. Ese día tampoco aparecieron los periódicos”.
“Cuando llegué a El Silencio estaba todo resuelto”, subrayó. “El pueblo salió con banderas. Participé en una marcha frente a radio Rumbos”.
El régimen perezjimenista “ya había entrado en la descomposición total”.
-¿Usted vio irse a Pérez Jiménez?
-Como buen cobarde se fue, como lo hizo Pedro Carmona Estanga en el año 2002. La dirigencia opositora está caracterizada por las estampidas, por dejar embarcada a la gente. Los oligarcas del siglo XIX al menos peleaban.
OPOSICIÓN MARCHA HACIA EL OSTRACISMO POLÍTICO
Tajante como siempre, Fernando Soto Rojas asevera que la argumentación opositora contra el presidente Chávez y sobre el 23 de Enero de 1958 “no tiene legitimidad popular, no tiene legitimidad constitucional y no está en el ambiente político del país”.
En su opinión, los dirigentes del antichavismo “marchan hacia el ostracismo político”, y lo mejor que pueden hacer en estas circunstancias “es no buscar el atajo conspirativo, porque les va a doler más duro que hace 10 años”.

El credo de los revolucionarios venezolanos

EL Compatriota Alfredo Mourad Naime ha publicado un credo al cual le denomina del socialismo del siglo 21. Sinceramente le respeto su opinión que desde mi punto de vista me parece alejada de todo análisis científico de los procesos sociales.

1. Creo en la clase obrera y demás clases explotadas como el sujeto histórico de las transformaciones sociales y económicas en la época moderna.
2. Creo en la lucha de clases como motor de los cambios en la historia.
3. Creo que el capitalismo es un sistema de dominación perverso y que a llenado a la humanidad de hambre y miseria.
4. Creo en Cristo, en Bolívar, en Marti y en todos los hombres y mujeres que hayan abandonado todo por la liberación de la humanidad.
5. Creo en Carlos Marx ya que a el le debemos la explicación científica del sistema capitalista.
6. Creo en Lenin como el gran conductor de la primera gran revolución socialista del mundo.
7. Creo que la construcción del socialismo será de manera diferente en cada país, pero estará basado en la propiedad social de los medios de producción.
8. Creo en el socialismo como un sistema cualitativamente superior al capitalismo y que este sea el puente por donde transite la humanidad rumbo a la sociedad sin clases, que no es otra que la sociedad comunista, donde al fin salgamos de la prehistoria.
9. Creo en el Comandante Chávez y en el Comandante Fidel como los grandes conductores de los pueblos oprimidos del mundo que luchan contra el imperialismo.
10. Creo en el socialismo científico como máxima expresión de la teoría revolucionaria.


NO A LA CONCILIACIÓN DE CLASES
NO A LA SOCIALDEMOCRACIA.
VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA BOLIVARIANA
PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE
CON CHÁVEZ Y EL PSUV. VENCEREMOS


tabarich@hotmail.com

sábado, 19 de enero de 2013


Semblanza

Noel Rodríguez: Otra víctima del Pacto de Punto Fijo

Noel Rodríguez, nacido el 11 de marzo de 1946 en el Valle de Pedro González, estado Nueva Esparta, es uno de los cinco hijos de la señora Zenaida y Gregorio Rodríguez.
Rodríguez se graduó de bachiller en el liceo Briceño Méndez de El Tigre, estadoAnzoátegui, de allí se traslado a Caracas para seguir su carrera de Economía en laUniversidad Central de Venezuela (UCV).
Este joven y militante del partido Bandera Roja, desapareció el 29 de junio de 1973 en Caracas, durante el primer gobierno de Rafael Caldera, del partido Copei; fue detenido por el Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA), para formar parte del grupo de víctimas de la llamada democracia representativa, que se caracterizó por desaparecer y asesinar a la disidencia política.
En el libro innominado Víctimas de la democracia representativa en Venezuela, de Raúl Zurita Daza, se narra que la hermana de Rodríguez lo describe como un joven bastante tranquilo, romántico, le gustaba la música, cantar y tocar.
Con referencia a su detención, existen varias hipótesis "una es que un delator que se hacia pasar por su amigo lo entregó al Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA)".
La detención fue presenciada por un testigo y se presume que el joven fue llevado a una zona de la parroquia El Junquito. "El testigo está vivo y logró hablar personalmente con Evelin, la hermana de Noel".
Luego de 40 años de su desaparición, este sábado 19 de enero, la Fiscal de la RepúblicaLuisa Ortega Díaz, anunció que los restos del cuerpo de Rodríguezfueron hallados en un nicho del Cementerio General del Sur. Sus restos serán entregados a sus familiares el 5 de febrero de este año en la Asamblea Nacional.
Durante el encuentro con la prensa realizado en la sede del Ministerio Público, se presentó un video transmitido por el canal Vive, donde la madre de Rodríguezexpresa su profundo dolor por la desaparición de Rodríguez.
Al iniciar esta cinta documental, la madre de Rodríguez, lee con la voz entrecortada una carta enviada por su hijo antes de su desaparición, donde le envía saludos y le desea su pronta recuperación, debido a que que la progenitora sufría para el momento de los riñones.
"Cuídese mucho mi vieja, saludos para mis abuelos, mis tíos y primos. Abrazos y besos para papá y para la nena (su hermana). Se despide con saludo cariñoso tu hijo, que los quiere mucho, Noel", dice parte de la carta leída por la madre deRodríguez.
Zenaida describió a su hijo como un hombre luchador, inteligente y noble. "Mi hijo cuando era pequeño no era igual al resto de los hermanos, era tranquilo, no peleaba con ninguno de ellos", al tiempo que exclamó: "Cómo te tengo presente mi cielo".
Recordó que 26 días antes de la desaparición de Rodríguez, su madre había sido sometida a una operación de riñón en Ciudad Bolívar. "Yo leí el periódico El Nacional y decía que los estudiantes pedían protección para la vida de un compañero de estudios pero no sabía que era mi hijo".
Al momento de enterarse de la noticia, Zenaida agarró sus maletas y se fue con su esposo a la ciudad de Caracas, para iniciar una huelga de hambre.
"Todos los médicos me aconsejaban no siga con esa huelga de hambre porque usted está corriendo peligro, porque tenía 26 días de operaba de un riñón. Le dije al doctor: 'no me importa', porque mi hijo más querido, mi primer hijo me lo quitaron y no me dicen dónde está".
Durante esos días, Zenaida solicitó una entrevista con el presidente de la República para el momento, Rafael Caldera, pero la misma fue negada.
Luego de tantos años, la señora Zenaida Mata de Rodríguez, de 87 años, dijo que en lo que le queda de vida, "hablaré y diré lo que sé de todas las cosas que pasaron en este país, nuestro país"

viernes, 18 de enero de 2013

Veintidos años se cumplieron el 23 de julio de la masacre de El Botalón, en San Diego, estado Carabobo En ese día, en 1993, seis personas fueron masacradas por una comisión de la entonces PTJ. Uno de los muertos fue un mesonero de El Botalón que no pudo escapar a la lluvia de balas disparadas por los asesinos enviados de PTJ Central en Caracas. El Ministro de Justicia de entonces, jefe máximo de PTJ era Fermín Mármol León, en la directiva estaban Alexis Bolívar, ahora preso en Cumaná, condenado a 15 años por secuestro, Marino Guerra y Alberto Morales. Los asesinados en El Botalón fueron: Omar Fuenmayor Matute, Luis Briceño Leoni y 4 personas más, incluido el mesonero referido. Los autores directos de la masacre fueron sentenciados por la juez de Carabobo, Lorenza Medina, a la pena de 4 años, una sentencia simbólica frente a un crimen que merecía la pena máxima. Los asesinados estaban cenando, no estaban armados, no les dieron voz de arresto, absolutamente nada, sólo balas, incluso con remate como fue demostrado mediante la inhumación que se hizo, gracias a la acción de la fiscal del caso y de la defensora de derechos humanos, ya que los informes de autopsias fueron alteradas. Por allí andan los asesinos materiales, incluso se nos ha dicho que uno de ellos trabaja en una alcaldía.