LUCHADORES POR LA PAZ

¡Que se haga justicia!

Roy Daza.

Mi hermano, Iván Daza, murió en desigual combate en la madrugada del 23 de enero de 1966, formaba parte del Frente Guerrillero Simón Bolívar, que actuó en las montañas de Lara.

En su condición de militante de la Juventud Comunista había liderado grandes movilizaciones populares y estudiantiles en Barquisimeto, anque era muy joven, fue un dirigente revolucionario de gran capacidad y sólida formación política.

Se incorpora al movimiento guerrillero como parte de una decisión política asumida por el PCV, una vez consumada la maniobra del gobierno de los Estados Unidos y de Rómulo Betancourt, de excluir a todas las fuerzas progresistas y de instalar el sistema “puntofijista”, elitesco y reaccionario.

Para enfrentar la acción política de las fuerzas populares, los gobiernos de AD y Copei aplicaron el “terrorismo de Estado”:  asesinatos a mansalva, torturas, campañas de difamación contra los revolucionarios y la desaparición de miles de ciudadanos. En las zonas guerrilleras la práctica fue de “tierra arrasada”, como lo testimonian muchos de los que sobrevivieron.

Nuestra madre murió sin poder enterrar a su hijo y la espera ha sido larga, ojalá aparezca algún día como han aparecido otros combatientes. Ni una pizca de odio albergo por la muerte de Iván Ramón Vladimir, su vida estuvo llena de amor y pasión revolucionaria.

Con el comandante Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana llegó la hora de la justicia, no sólo para Iván, sino para todas las víctimas de un sistema político que nunca podrá ser llamado democrático, precisamente, por violar uno de los valores fundamentales: el respeto a los derechos humanos.

No sólo los familiares, todo el pueblo, que es el que está haciendo su revolución pide: ¡que se haga justicia